Recuerdo la primera vez que, tras culminar un proceso de selección, recibí ese sonoro diagnóstico: – Estas sobreperfilado para el cargo En ese momento, y aún hoy en día, no se si la emoción apropiada era la de sentirme halagado o, por el contrario, apabullado por el obvio portazo a la oportunidad de hacerme a una posición laboral que me interesaba ocupar. Casi 20 años […]